Prensa-. La dama venezolana, en la guerra de independencia, fue un ejemplo universal de valores, sacrificios y fortalezas, para defender incondicionalmente y en todo momento, a la causa patriótica, en todas las regiones de Venezuela y América.
Ya los sentimientos profundos de nacionalismo criollo eran conocidos, por las mujeres venezolanas en aquel tiempo tempestuoso, cuando sus hogares, sus familias y Nación, se veían amenazadas. Entonces se agrupaban para defender e impulsar lo que les era más significativo y valioso: La Patria.
En la isla de Margarita las mujeres patriotas fueron especialmente famosas por su valentía, arrojo y su habilidad guerrera en batalla.
Un viajero de la época informó que, cuando el prestigioso e imperialista, general español Pablo Morillo, intentó invadir por primera vez la isla de Margarita, durante la guerra de independencia, las mujeres venezolanas fueron tan intrépidas e indómitas contrincantes, que las fuerzas del general español Morillo se retiraron rápidamente.
El Libertador Simón Bolívar, Padre de la Patria y emancipador de cinco naciones, quien conoció de cerca la actuación de las mujeres guerreras en las luchas de independencia, no dudó nunca en reconocer públicamente la contribución, las obras y victorias de las combatientes femeninas venezolanas.
En una proclama al ejército libertador, el Padre de la Patria Simón Bolívar ensalzó con honores, no sólo a los soldados, que habían logrado expulsar a los realistas de la provincia de Trujillo, sino que alabó también a las cientos de mujeres de Venezuela que habían luchado tan valientemente.
Del Libertador Simón Bolívar también se puede decir con seguridad y orgullo, que se adelantó a su tiempo histórico, en relación a la concepción sobre el importante rol que siempre debe jugar la mujer en la nueva sociedad, y se destacó por mantener una actitud feminista, por encima de los prejuicios atávicos y sociales de la época. Además de enaltecer su feminidad sin complejos, resalta su valor, tenacidad e inteligencia y felicita a las damas del país, por su arrojo indomable demostrado en las batallas por la libertad e independencia de Venezuela.
En una petición al gobernador de Barinas el 18 de octubre de 1811, un grupo de 21 damas, ofrecieron estoicamente sus servicios como soldados a la República. En la misiva que audazmente escribieron, descontaron la supuesta debilidad femenina como un factor de consideración o exclusión, y exhibieron su fervor y apego indeclinable a la causa de la libertad de Venezuela. Ellas insistieron valientemente en que no le temían a los horrores de la guerra, pues la tensión de estar en medio del fuego enemigo en batalla, les despertaba aún más, el deseo indetenible de libertar a su pueblo. ¡Viva la mujer venezolana!