Prensa UMC.- La Batalla de Carabobo, la cual selló la independencia de Venezuela en 1821, no fue obra de inspiración momentánea, ni de la suerte, ni casualidad. Fue producto de un montaje histórico bien planeado, estratégico y tácticamente perfecto, desde meses antes, por el genio Libertador Simón Bolívar.
Claro, los realistas también tenían sus planes. Pero fueron superados intelectualmente por Bolívar.
Toda esta obra maestra de las ciencias bélicas, estudiada actualmente en las academias militares del mundo, comienza con una aparente y engañosa ofensiva militar desde Oriente, ideada por el Libertador Simón Bolívar.
El General Bermúdez recibe órdenes de Bolívar, de atacar y tomar Caracas desde oriente, Barcelona, para que Bolívar tenga más tiempo de apertrecharse en la Nueva Granada y La Torre, el general realista español, piense que los patriotas van esta vez es por Caracas.
La Torre cae en esta trampa y se regresa desde las llanuras centrales a Caracas. No capta que ésta fue una maniobra de diversión, y de engaño, pues ahora queda a riesgo de caer en una trampa militar conocida como el martillo y el yunque, en los valles de Aragua. Pues en esos momentos se le ataca desde el norte y el sur.
Para colmo, el General patriota Arismendi se acerca también, en esta operación militar combinada, marítima y terrestre, en buques, desde la isla de Margarita hasta Higuerote, donde refuerza a Bermúdez y le da nuevos ánimos.
En estas maniobras, el ejército realista es engañado, dividido, dislocado, sacado de su territorio de fuerza, y permite a Bolívar rearmarse, entrenar y equipar a sus tropas, organizar todo el ejército patriota, inclusive con el General Páez y sus 4000 guerreros, y entrampar hábilmente al ejército realista, ya desanimado y derrotado mentalmente, en las llanuras de Carabobo, en donde con Páez y sus llaneros, derrotan al ejército español en poco menos de hora y media.
La Batalla de Carabobo ciertamente es el hito, pero las actividades preparatorias de engaño y distracción desde oriente por mar y tierra, prepararon la situación para el triunfo.
El Libertador Simón Bolívar ordenó la felicitación al General Bermúdez y sus tropas por la efectividad de la campaña de oriente, para distraer, debilitar y engañar al enemigo.
Que importante es la planificación certera, y cuidadosa, para lograr las victorias en la vida, las victorias de la Patria. No hay que desesperarse, ni adelantarse, ni retrasarse. Todo tiene su momento perfecto. Y a veces hay que permitir que los enemigos se engañen ellos mismos en sus ambiciones y miserias humanas, y dejarlos que se crean vencedores momentáneos, sin decirles ni alertarles que Carabobo les espera. La batalla de Carabobo es el ejemplo.
Realizado por: Capitán de Altura Gustavo Bustamante
Vicerrector Administrativo de la UMC